Estoy muy triste porque nadie me quiere.

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  Hay una tristeza que es tan profunda que parece que toca cada parte de mi alma. Es el tipo de tristeza que surge de no sentirme amado, de preguntarme si alguna vez seré importante para alguien de la forma en que sueño.

Miro el mundo que me rodea, a las personas que se toman de la mano, comparten risas y construyen vidas juntos. Veo su amor, su alegría y sus conexiones, y no puedo evitar preguntarme: ¿Por qué no yo? ¿Qué hay en mí que hace que el amor parezca tan lejano, como un sueño que nunca podré alcanzar?

Intento decirme a mí mismo que soy fuerte, que no necesito a nadie más para sentirme completo. Pero la verdad es que anhelo el amor. Anhelo la calidez de alguien que se preocupa por mí, que me elige, que me mira y ve algo a lo que vale la pena aferrarse.

La soledad es pesada, un peso que nunca parece levantarse. Me sigue a todas partes: en el silencio de la noche, en medio de una habitación llena de gente, en los momentos en que estoy rodeado de gente pero todavía me siento completamente solo.

Y entonces surgen las dudas. ¿No soy lo suficientemente bueno? ¿Soy demasiado? ¿No soy digno de amor? Estas preguntas me persiguen y me rompen el corazón cada vez un poco más.

Pero en el fondo sé que esos pensamientos no son ciertos. Sé que tengo amor para dar, bondad para compartir y un corazón capaz de mucho. Es simplemente difícil aferrarse a esa creencia cuando parece que nadie más la ve.

Para cualquier otra persona que se sienta así, que sienta que el amor se les ha escapado, quiero que sepan que no están solos. Tu tristeza es válida y tu anhelo de amor no te debilita: te hace humano.

Eres digno de amor, incluso si no lo sientes así en este momento. No eres digno de ser amado. Tu corazón, tu alma, tu misma existencia son prueba de ello.

Es posible que el amor no llegue cuando queremos y que no se vea como esperamos. Pero creo que nos encontrará, de una forma u otra. Y hasta entonces, el amor que nos damos a nosotros mismos puede ser la luz que nos guíe a través de la oscuridad.

No estás solo en esta tristeza y no te equivocas al querer amor. Te lo mereces, simplemente porque eres tú. Y espero que algún día veas cuán profundamente adorable eres en realidad.