En el tranquilo pueblo de Midville, Lincoln, se desarrolló una escena desgarradora. Paul Skippe, un ciclista local, se acercó a un perro ...
En el tranquilo pueblo de Midville, Lincoln, se desarrolló una escena desgarradora. Paul Skippe, un ciclista local, se acercó a un perro de tres años llamado Caly, con la cabeza apoyada completamente en una bolsa. Cuando Paul se acercó, notó el té en los ojos de Clyde: una mirada y una visión en movimiento que reflejaba el profundo fluir de sus cachorros. Desafortunadamente, la bolsa contiene los cuerpos sin vida de sus cuatro cachorros.
Sorprendido por este escenario, Paul inmediatamente sintió la autenticación. Su rapidez de pensamiento llevó a Caly a recibir el bastón que necesitaba y a ser llevada a un lugar seguro. Skippe, concejal de Boton, de 58 años, también denunció a la policía y a la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (PCA).
El equipo de гѕPCA fue a buscar, con la esperanza una vez más de que el cachorro todavía estuviera vivo. En algunos casos, los cachorros pueden parecer menos vivos, pero sobreviven con gran cuidado y calidez. Por suerte, ya era demasiado tarde para los cachorros de Caly. El veterinario a cargo planteó la hipótesis de que ese día ya estaban vivos y probablemente habían muerto por exposición al frío. Esta impactante realidad sugiere que nos derriba la peor información.
La idea de su posible supervivencia, si los encontraran así, es terriblemente triste. Un acto así desafía todo entendimiento; era necesario creer que una persona capaz de esta astucia podría carecer de toda compasión y humanidad.
Afortunadamente, Can ahora se está recuperando bien y goza de buena salud. Su identificación ayudó a las autoridades a rastrear su identidad. Becky Hape, de la PCA, expresó su consternación por este incidente y destacó la culpabilidad de sacrificar tanto a la madre como a las crías.
La autoridad ha iniciado una investigación sobre este incidente y pide a la ciudadanía que aporte cualquier información, en particular sobre las bolsas distintivas encontradas en el plato: una de pescado y otra de patatas fritas. Garantizan confidencialidad y discreción sobre cualquier información proporcionada, que puede compartirse con la policía en гѕPCA 101 al 0300 123 8018.
Este juguete es un ejemplo importante de la lucha constante contra el abandono y el maltrato animal en todo el mundo. Es un llamado a la acción para que todos se unan nuevamente a la lucha contra tales injusticias, para que vuelvan a ocurrir.
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