La vida de un perro pequeño debe estar llena de felicidad, amor y un techo seguro. Lamentablemente, muchos animales se ven obligados a dea...
La vida de un perro pequeño debe estar llena de felicidad, amor y un techo seguro. Lamentablemente, muchos animales se ven obligados a deambular sin rumbo por las calles sin un lugar al que llamar hogar, sometiéndose al hambre, al frío, a la sed y, sobre todo, al maltrato.
La perra Meg ha pasado por una vida muy difícil con sólo tres años de edad.
Meg es un pequeño tono caramelo helado que apareció recientemente en el porche de la casa de un caballo en Texas, Estados Unidos. El dueño del establecimiento no pudo mantener contacto visual con ella cuando la vio por primera vez ya que se encontraba descuidada, desnutrida, descuidada y llena de pulgas.
Era obvio que esta perrita misteriosa había pasado mucho tiempo en las calles, o al menos eso es lo que sugerían sus ojos profundos y tristes: parecía haber perdido la esperanza de vivir un siglo.
El dueño del caballo publicó lo ocurrido en Facebook y, milagrosamente, no tardaron en aparecer unos ángeles amantes de los animales, dispuestos a hacer todo lo posible para ayudar al frágil pequeño.
Lectores de This is Hoston Shelter, que llegaron a la casa para encontrarse con Meg y darle su bebida completa. En cuanto la vieron supieron que tenían que actuar rápidamente para aliviarla de todo su malestar y melancolía.
El perro era adorado en todos los sentidos.
Se descubrió que Meg pesaba menos de cinco kilogramos. Uno de los peores casos que haya visto el veterinario evaluador, tenía sarna, infecciones, le faltaba media oreja y estaba infestada de pulgas.
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